Cuando era pequeño, me encantaba jugar con los juguetes que me habían regalado en mi cumple, o los que me habían dejado los Reyes Magos.
Pero, pasados unos días, no podía resistir la tentación de desarmarlos. Cogía cualquier destornillador de mi padre, y me ponía manos a la obra. Cuando conseguía quitar la primera carcasa... Me deslumbraba con lo que veía.
Para todos los que os ocurre lo mismo que a mí, os dejo esta web que he descubierto. Aunque sé que después de ver cómo funciona cualquier cosa, no vais a poder resistir la tentación de desarmarlo si lo tenéis a mano.
Ahí va eso. Pincha en la imagen para acceder a la web.

No hay comentarios:
Publicar un comentario